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Del asistencialismo a las métricas sociales: ¿cómo ha evolucionado el emprendimiento social?

En Líbano, la cadena de gimnasios SheFighter trabaja con mujeres en defensa personal; en Cataluña, España, el fundo L’olivera emplea a personas con discapacidad intelectual en la producción de vinos y aceite de oliva; y en La Libertad, Perú, el voluntariado juvenil Donando Sonrisas (alumni PDC 2019) enfoca su labor en educación, inclusión social y participación ciudadana. Todos ellos son emprendimientos sociales, es decir, empresas cuyo propósito es enfrentar algunos de los problemas que aquejan a la sociedad con el fin de transformarlos. 

La receta del emprendimiento social exitoso

Un emprendimiento social es una empresa, en la que si bien la rentabilidad es el ingrediente que permitirá escalar y generar más impacto, el enfoque prioritario se centra en la resolución de un problema concreto de la sociedad en donde se establece.

Su característica fundamental es la finalidad ética y social por encima de todo. Para ello, debe captar la atención de los consumidores para que perciban este compromiso y lo hagan parte importante sus decisiones de consumo, así como aplicar la innovación para llevar a cabo soluciones ingeniosas e ideas frescas, sobre todo cuando se trata de enfrentar problemas estructurales como, por ejemplo, discriminación, pobreza o hambre.

Este enfoque, sin embargo, es nuevo. La historia de los emprendimientos sociales tiene unos doscientos años desde sus inicios, pero el camino ha sido largo y lleno de ensayos y errores. El desarrollo de este modelo de emprendimiento es fascinante y se remonta a los inicios de la era industrial.

¿Siempre ha sido así?

La economía social de la segunda mitad del siglo XIX se refiere a relaciones de producción y distribución organizadas por el principio de solidaridad. Muchas empresas, sociedades y organizaciones que trabajan por los derechos del niño o el empoderamiento de las mujeres, por citar dos ejemplos, tienen sus orígenes en esta etapa. 

Pero no es si hasta los años 1980 que el primer germen de emprendimiento social contemporáneo aparece en Estados Unidos. En 1983, American Express prometió donar una parte de sus ganancias al fondo de restauración de la Estatua de la Libertad por cada nueva cuenta y cada compra realizada con su tarjeta. Esta tendencia, conocida como cause-related marketing, responde a que algunas empresas se percataron de que sus clientes se preocupaban por problemas específicos. Los resultados fueron impresionantes: American Express levantó US$ 1.7 millones.

Sin embargo, se ha criticado a las empresas por aprovecharse de problemas sociales con el fin de ganar dinero. Esto último ha generado cada vez más controversia, en particular cuando algunas de ellas parecen estar más centradas en el “marketing” que en la “causa”. 

Los pioneros 

En este contexto, dos personajes pioneros del emprendimiento social merecen una mención especial por haber sentado las bases, tanto de esta forma de emprender, como de las personas a las que se dirigen los esfuerzos y la definición actual de los límites entre una empresa y un emprendimiento social. 

A Bill Drayton, se le atribuye la acuñación del término “emprendedor social” para referirse a las personas que, de manera innovadora, resuelven problemas importantes en la sociedad. En 1980 fundó Ashoka: Innovators For The Public, ONG que trabaja para compartir la sabiduría de más de 3,000 emprendedores sociales con una audiencia global.

Mientras tanto en Bangladesh, el economista y Premio Nobel de la Paz de 2006 Muhammad Yunus fundaba, en 1983, el Banco Grameen, institución que inició su labor con mujeres de bajos recursos. Su modelo estaba basado en el sistema de microcréditos que desarrolló en los años 70. Su iniciativa cambió, desde entonces, el panorama de los emprendimientos sociales.

En el siglo XXI la saturación excesiva de campañas sociales por parte de empresas privadas abrieron la puerta a jóvenes profesionales verdaderamente interesados ​​en la responsabilidad social. Estos jóvenes emprendedores sientan las bases de su empresa o causa social y usan estrategias comerciales e innovación para avanzar hacia la meta. Así, las misiones comerciales y sociales se ejecutan en conjunto y el componente social es una de las métricas fundamentales de éxito de la organización.

Para mantenerte informado sobre el emprendimiento social, permanece atento a nuestros artículos en Protagonistas del Cambio UPC.

 

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Más de 900 voluntarios UPC donaron sangre en 2019

Actualmente, nuestro país se encuentra entre los últimos de Latinoamérica en cuanto a donantes voluntarios de sangre. Hacia 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo que todos los países obtengan su suministro de sangre enteramente de donantes voluntarios y, para ello, recomienda que el 2% de la población de cada país debería donar sangre para abastecer a los centros de salud. Sin embargo, en Perú solo alcanzamos el 1.2%, según el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre.

Frente a esta realidad, nuestra participación es fundamental. Por ello, desde la UPC, hemos realizado dos campañas de donación de sangre durante este año académico, de la mano con los hospitales Alberto Leonardo Barton Thompson, Edgardo Rebagliati Martins y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.

Así, en 2019, contamos con más de 1,600 donantes inscritos y más de 900 donantes aceptados. De estos últimos, 64% fueron mujeres y 36% fueron hombres.  Gracias a la participación de nuestros voluntarios, más de 2,700 pacientes fueron beneficiados en distintos hospitales públicos locales. Asimismo, fue interesante conocer el banco de sangre UPC, donde el grupo sanguíneo más común en ambos campañas fue O+ con un 69% de los casos, seguido con A+, con 19.8% del total. Además, el grupo sanguíneo menos común fue B-, con solo 0.5%.

Gracias a toda la comunidad UPC por su apoyo y dedicación para salvar vidas y regalar nuevas oportunidades.   ¡Te invitamos a participar en nuestras próximas campañas y concientizar a más personas!

 

#VoluntariosUPC

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Donando Sonrisas, voluntariado juvenil que potencia a los agentes de cambio locales

Ximena Trelles es una de los diez ganadores de la 9.ª edición de Protagonistas del Cambio UPC, con Donando Sonrisas, emprendimiento que promueve el voluntariado juvenil mediante iniciativas que fomentan la educación, inclusión social y participación ciudadana de potenciales agentes de cambio locales.

Donando Sonrisas inicio como programa social con 19 voluntarios, un 21 de julio de 2014, con una actividad de fomento de la educación inclusiva para el Programa de Intervención Temprana (PRITE) del Hospital Regional Docente de Trujillo. Luego, en octubre de 2015, crearon un programa hospitalario cuando ya contaban con aproximadamente 60 voluntarios.

Uno de los principales pilares de Donando Sonrisas es promover el voluntariado juvenil como medio de acción para mitigar los efectos de la desigualdad social. Así mismo, buscan generar valor social a través de la defensa y protección de los niños, jóvenes y personas de la tercera edad. Actualmente, tienen 200 voluntarios con quienes trabajan semanalmente en los dos programas previamente mencionados:

  • Programa social: Fomentan la educación y la disminución de brechas sociales a través de sus actividades, lque van dirigidas a niños, adolescentes y adultos mayores.
  • Proyecto hospitalario: Mediante un trabajo en conjunto con el personal médico y administrativo, mejoran la calidad de vida de los pacientes del Hospital de Alta Complejidad Virgen de La Puerta, a través de técnicas artísticas, manuales y soporte emocional. Proveen de shows artísticos y proyectos de RSE a empresas trujillanas. Las ganancias obtenidas permiten la sostenibilidad de la organización.

En lo que respecta al emprendimiento social, en el último año, firmaron un convenio institucional con el Hospital de Alta Complejidad Virgen de La Puerta, incluyéndolos en el Círculo de Humanización de EsSalud Trujillo e iniciaron el Proyecto Educativo Clementina en La Esperanza, uno de los distritos más inseguros de la provincia de Trujillo. También, hicieron una alianza con Kuepa para que sus voluntarios participen del programa Creando tu Futuro, impartido junto a la Fundación Citi y Global Fairness. Así también, firmaron contrato con una de las agroindustriales más grandes de la región para trabajar con ellos en el ámbito artístico de sus programas de responsabilidad social. Finalmente, están desarrollando un proyecto de mejora de clima laboral en el Hospital de Alta Complejidad Virgen de La Puerta y están replicando poco a poco las actividades que hace Donando Sonrisas en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Donando Sonrisas, al 2022, tiene como objetivo seguir impactando en la vida de los jóvenes trujillanos y, a través de ellos, impulsar más proyectos socioambientales para aplicarlos en diversos puntos de la región La Libertad. De esta manera, continuarán formando a agentes de cambio comprometidos con el desarrollo sostenible de la región. También, se suman a la contribución por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidades, en los temas de “Salud y bienestar”, “Educación de calidad”, “Igualdad de género”, “Trabajo decente y crecimiento económico”, “Reducción de las desigualdades”, “Ciudades y comunidades sostenibles”, “Paz, justicia, e instituciones sólidas” y “Alianzas para lograr los objetivos”

Desde la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), felicitamos la importante labor que cumple Ximena

como agente de cambio social en su localidad. ¡Bienvenida a la familia PDC!

Si quieres saber más de Donando Sonrisas, te invitamos a visitar sus redes sociales.

FB: https://www.facebook.com/DonandoSonrisasOficial/?epa=SEARCH_BOX

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Iniciamos el proceso de medición de la huella de carbono UPC

Desde la UPC, estamos comprometidos con la gestión de los impactos ambientales generados por nuestras operaciones, en línea con el enfoque de responsabilidad social de la institución y en cumplimiento de la normativa legal vigente establecido por el Ministerio del Ambiente. Por ello, constantemente reevaluamos nuestros procesos e identificamos potenciales oportunidades de mejora para controlar, reducir y mitigar dichos impactos ambientales.

Dentro de este marco, por primera vez, nos encontramos en el proceso de medición de la huella de carbono UPC, que permitirá conocer la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por nuestras actividades. A continuación, presentamos información clave para poder entender la relevancia de nuestra participación como comunidad universitaria en el proceso.

 ¿Qué es la huella de carbono?

Es la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto por un individuo, organización, evento o producto.

Pero, ¿qué son los gases de efecto invernadero (GEI)?

Los gases de efecto invernadero absorben y emiten la radiación que llega desde el Sol, manteniendo la temperatura adecuada para la vida en la tierra. Sin embargo, las actividades del hombre generan cada vez mayor cantidad de gases de efecto invernadero, lo que aumenta su concentración en la atmósfera y, consecuentemente, altera la temperatura a nivel mundial.

Los principales gases de efecto invernadero son:

  • Vapor de agua
  • Dióxido de carbono (CO2)
  • Metano (CH4)
  • Óxido de nitrógeno (NO)
  • Ozono (O3)

¿Qué son las emisiones directas o indirectas de GEI?

Las emisiones de GEI se dividen en dos tipos, directas e indirectas:

Emisiones directas de GEI: Son aquellas emisiones de fuentes que son propiedad de o que están controladas por la organización. Por ejemplo, son las emisiones generadas por el uso de aire acondicionado en nuestras aulas, por el uso de extintores o por el uso de nuestras cocinas.

Emisiones indirectas de GEI: Son emisiones consecuencia de las actividades de la organización, pero que provienen de fuentes que son propiedad de o están controladas por otra organización. Por ejemplo, el consumo de electricidad que realizamos, pero cuyas emisiones han sido producidas una empresa generadora de energía.

¿Cómo se mide la huella de carbono?

El cálculo de la huella de carbono se está realizando en cumplimiento del estándar internacional ISO 14064, que incluyendo distintos alcances de medición, que dependen de las fuentes emisoras de gases de efecto invernadero. En nuestra primera medición estaremos midiendo los alcances 1, 2 y 3, en relación a las variables presentadas en la siguiente tabla:

ALCANCE VARIABLE

Emisiones directas de GEI

(Alcance 1)

  • Aire acondicionado
  • Extintores
  • Generadores eléctricos
  • Cocina
  • Transporte de vehículos operados por la empresa

Emisiones indirectas de GEI

(Alcance 2)

  •  Consumo de electricidad

Otras emisiones indirectas

(Alcance 3)

  • Consumo de agua y papel
  • Generación de residuos
  • Servicios de taxi
  • Mensajería
  • Desplazamiento de la comunidad universitaria (desde y hacia el centro de estudios/labores)

 

¿Por qué es importante la participación de la comunidad universitaria?

Los alcances 1, 2 y 3 implican realizar un proceso de recopilación de información que manejamos internamente. Por esto, es fundamental la participación de los colaboradores que cuentan con los registros e indicadores requeridos. No obstante, el alcance 3 también aborda la generación de emisiones de la comunidad universitaria, en su desplazamiento hacia su centro de estudios o labores. Es decir, con la participación en una encuesta podremos saber cuántas emisiones generan nuestros alumnos, colaboradores y docentes al poder conocer desde y hacia dónde se desplazan y qué medios de transporte utilizan. Con tu participación podremos realizar un cálculo de la huella de carbono UPC más exacto para poder optimizar nuestras estrategias ambientales.

¿De qué nos sirve esta información?

La medición de la huella de carbono permite que conozcamos nuestro impacto ambiental en torno a nuestra generación de gases de efecto invernadero. Esta primera medición permitirá que tengamos una línea base y podamos observar la evolución de nuestra huella en el tiempo. Asimismo, permitirá que conozcamos cuáles son nuestros procesos con mayor generación de GEI y cómo nuestros planes de manejo ambiental están contribuyendo en la reducción de esta huella.

Todos tenemos una huella y el comportamiento de cada uno de nosotros influye en los resultados.

¡Te invitamos a participar del proceso de medición de la huella de carbono UPC!

Revisa tu correo electrónico UPC para completar la encuesta. ¡Contamos contigo!

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Ellos son los 20 finalistas de la 9na generación de Protagonistas del Cambio UPC

Protagonistas del Cambio (PDC) UPC es más que un programa de responsabilidad social institucional; es una comunidad que genera alianzas y promueve el emprendimiento social en el Perú. Desde hace 9 años viene reconociendo y fortaleciendo el espíritu innovador de los jóvenes emprendedores sociales en todo el territorio nacional y busca potenciar sus competencias y habilidades a través de training, mentorías e inmersión en el ecosistema social.

A la fecha, 80 jóvenes forman parte de nuestra Comunidad PDC. De dicho total, 69% pertenecen a 14 regiones del país y sus emprendimientos tienen más de 1 millón de beneficiarios a nivel nacional. Este año, Protagonistas del Cambio viajó a 14 regiones del Perú promoviendo el desarrollo de ecosistemas regionales de innovación social. Así, participamos en 19 conversatorios, en los que compartimos con más de 1,500 asistentes.

Hoy, felicitamos a los 20 finalistas de la 9na generación de Protagonistas del Cambio UPC, quienes con sus iniciativas, empujan al país a un futuro más sostenible. Ellos serán parte de un retreat en el que se prepararán para el pitch de sustentación, participarán en talleres de liderazgo y trabajarán en equipo para el desarrollo de soft skills.

Nuestros veinte líderes sociales para PDC 2019 son:

  • Blademir Acero Oliva, con RECIBOT (Ilo)
  • Roger Orlando Alvarado Isla, con Sembrando Vida en la Amazonía (Maynas)
  • Natalia Ivett Arbildo Pérez, con Killa Perú (Chiclayo)
  • Juan Augusto Arispe Flores, con REM (Puno)
  • Macarena Martina Arribas Berckemeyer, con MAB Your Learning Coach (Lima)
  • Josefina Madeleine Camones Marzano, con Awajkuna (Huaraz)
  • Camila Cantuarias Mc Callum, con Donante Pendiente (Lima)
  • Katia Madeley Díaz Llerena, con Enseña EnSeñas (Arequipa)
  • Yeferson Sergio Fernández Orihuela, con ECOVIVERO TECNOLÓGICO FORPLANT PERÚ (Huancayo)
  • Fiorella Herrera Salas, con We can be heroes (Lima)
  • Yoselyn Ruth Licas Licla, con PAN SOY (Ayacucho)
  • Luis Franco Monjarás Jiménez, con Voluntariado MAGIS Piura (Piura)
  • Analy Estefany Olivos Chafloque, con WASIPLAY (Piura)
  • Jairo Jair Purisaca Pairazamán, con ASOCIACIÓN KAPRICHOS PERRUNOS SOS (Lima)
  • Mónica Anaí Ramos Li, con Resto Zero (Lima)
  • Frank Salcedo Rodríguez, con Comparte Perú (Lima)
  • Samuel Julián Sotomayor Parián, con PachApp (Ica)
  • Carol Ximena Trelles Zegarra, con Donando Sonrisas (Trujillo)
  • José Luis Vásquez Correa, con Gestión Gubernamental Sostenible (Cajamarca)
  • Kerenda Homet Zambrano Herrera, con Refugio K’erenda Homet (Tambopata)

Agradecemos a todos los jóvenes líderes sociales que participaron de la convocatoria y los invitamos a continuar con su arduo trabajo por resolver las problemáticas sociales de nuestro país.

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La Ruta Protagonistas del Cambio: El desarrollo está en todo el territorio

El Ingeniero Ambiental Marino Morikawa desarrolla TED Talks vestido con el mismo overol que usó para recuperar el humedal el Cascajo, en Chancay; un espacio contaminado por el abandono, la crianza de cerdos y como vertedero de un desagüe. No era el mismo humedal que visitaba cuando era pequeño; la sorpresa llegaría en una visita al Perú, mientras trabajaba en su Doctorado en Japón. Su misión, desde entonces, fue la de dedicarse a recuperar tantos humedales y cuerpos de agua como le fuera posible, emprendiendo. Hoy, es un protagonista en la limpieza del Lago Titicaca y sus acciones han ayudado a desarrollar la economía de la región Puno. Así, surgen los emprendedores sociales, identificando problemáticas específicas e ideando soluciones frente a estas, contribuyendo con su transformación positiva.

El emprendimiento en Perú, una mirada a vuelo de cóndor

El Perú es un país de emprendedores, eso lo sabemos todos. Pero, ¿qué tanto? Una respuesta la podemos encontrar en el Reporte sobre el Estado del Emprendimiento Social y Ambiental en el Perú1, que indica que “el promedio de emprendimientos sociales nacientes en la población de las 58 economías del estudio es de 3,2%, pero sorprendentemente el Perú tiene el porcentaje más alto, con 10,1%. Uno de los sustentos a esta cifra es que, a la fecha, el emprendimiento social en etapas tempranas ha visto un crecimiento exponencial en economías emergentes, debido a la mayor cantidad de organizaciones de la sociedad civil en estos países y la caída del apoyo filantrópico”, explica el informe.

No obstante, estamos hablando de emprendimientos nacientes. El mismo informe indica luego que “en economías emergentes el ratio de conversión [de proyectos nacientes hacia emprendimientos de alto impacto] no es solo bajo, sino que cuando llegan a tener una operación estable, como es el caso de Senegal [o del Perú], esta se caracteriza por [convertirse en] microempresas y pequeñas empresas sociales, que no crecen a nivel de negocio y, por lo tanto, tampoco de impacto”. Y no es un problema solo peruano, sino que compartimos con otros países de la región.

Es claro, además, que en Lima el ecosistema de los emprendimientos, tanto sociales como comerciales se encuentra bastante más evolucionado, porque tiene actores claves que brindan acompañamiento desde la etapa temprana hasta el desarrollo más completo. Ocurre, en buena parte, porque es más sencillo sumar esfuerzos en una ciudad de 10 millones de habitantes que en aglomeraciones menos concentradas, como ocurre en las regiones.

Así, cobra importancia el Programa Protagonistas del Cambio, con la intención de apoyar los ecosistemas sociales regionales y ayudarlos a crecer con éxito

Lo que conocemos hoy como la Ruta Protagonistas del Cambio inició como una estrategia para incentivar la creación de ecosistemas de emprendimiento a lo largo y ancho del territorio peruano. “Por allá en 2011, cuando el conocimiento del emprendimiento social y el ecosistema social era casi nulo, el programa se dedicó [principalmente a realizar] una labor de información y de acompañamiento en la formación de los ecosistemas de emprendimiento”.

“En sus inicios los lugares estratégicos que se visitaron fueron Cusco, Arequipa, e Iquitos. Se visitaron pocos lugares y la misión era la de dar a conocer qué eran los emprendimientos sociales. A partir de 2013, incluimos Trujillo, Chiclayo, Cajamarca y Ayacucho y la ruta empezó a formarse como tal”, comenta Javier García Blásquez, Coordinador de Protagonistas del Cambio, quien ha seguido de cerca el proceso de evolución de los distintos ecosistemas regionales.

Actualmente, la Ruta Protagonistas del Cambio funciona con dinámicas distintas en cada ciudad. Algunas ya han formado sus ecosistemas y generan sus propios espacios (en Cusco, por ejemplo, Protagonistas del Cambio es un programa que se suma a una vasta variedad de opciones que existen); otras aún se encuentran en etapas de formación. La ruta se ha formado conforme los ganadores han surgido en las distintas ciudades. Actualmente, el programa se encuentra en una etapa de expansión que incluye a ciudades como Huaraz y Cerro de Pasco, donde la dinámica se centra aún en la generación de ecosistemas. Otras, como Puno y Huancayo ya forman parte de la ruta, pero ingresaron como lugares de visita puntual.

La evolución ha sido orgánica. El esfuerzo de 9 años de trabajo ha contribuido con que ecosistemas sociales poco desarrollados puedan generar sus propias dinámicas, con el capital humano para trabajar, la conciencia social para reconocer los cambios necesarios y el conocimiento para desarrollar sus proyectos. El futuro depara buenos augurios para el emprendimiento social en el Perú.

1 Publicado por el Fondo Editorial de la Universidad Científica del Sur y Kunan Perú.

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Se realizó la clausura de la sexta edición del Programa de Desarrollo de Habilidades Integrales UPC

Desde 2013, la UPC cuenta con un convenio con la Asociación Cultural D1, con el objetivo de potenciar las habilidades y competencias de los jóvenes artistas que forman parte de dicha institución, para impactar positivamente en su desarrollo personal y profesional. Esto último se alinea con la misión y la visión de la universidad, de formar líderes íntegros e innovadores para la transformación del país. Asimismo, calza con el enfoque de responsabilidad social de la UPC, que establece la contribución con la formación educativa de sus grupos de interés para que impacten positivamente en la sociedad.

El pasado 7 de mayo, se realizó la clausura de la VI edición del “Programa de Desarrollo de Habilidades Integrales UPC”, en el que participaron 55  jóvenes de la Asociación Cultural D1, fundada y presidida por Vania Masías. En esta edición, participaron 28 docentes voluntarios de la Escuela de Postgrado de la UPC, que dictaron cursos y talleres sobre realidad nacional, presentaciones de alto impacto, presupuestos y finanzas personales, marketing, emprendimiento, creatividad y creación de nuevos negocios, entre otros.

En esta emotiva ceremonia los jóvenes recibieron sus diplomas por parte del Director Académico de la Escuela de Postgrado, Guillermo Quiroga; y del Director del Área Académica y de la División Empresarial de la misma escuela, Ricardo Alania.

Con espíritu de superación, a través de la UPC nos hacemos cargo del desarrollo del talento de estos jóvenes, brindándoles herramientas necesarias para que puedan embarcarse en su vida profesional. Nada de esto sería posible sin el apoyo permanente de nuestro equipo docente, pues entendemos que la clave de la excelencia radica en la voluntad de las personas de hacer que las cosas sucedan”, indicó Guillermo Quiroga. Por otro lado, Vania Masías felicitó a la nueva promoción por este gran logro en sus vidas profesionales y reforzó el mensaje de responsabilidad para con el país al haber recibido los conocimientos y las herramientas necesarias para seguir creciendo en sus carreras.

Gracias a este tipo de actividades, la UPC reafirma su compromiso con la sostenibilidad del país y la formación de jóvenes líderes y comprometidos con el desarrollo del país.

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Emprender para transformar: ¿Qué es un emprendimiento social?

A sus veinte años, Lina Khalifeh estaba harta de la situación de violencia de género que sufrían muchas de sus amigas y compañeras, por lo que usó sus conocimientos en artes marciales y empezó ofreciendo clases de defensa personal a sus amigas más cercanas. Así nació SheFighter, una escuela de defensa personal que ha logrado empoderar a más de 15,000 mujeres, en su mayoría musulmanas a lo largo de nueve años en Jordania. Actualmente, tiene gimnasios en el norte de África y el Sudeste Asiático.

SheFighter es un emprendimiento social, y no es el único

Emprender, de acuerdo con la Real Academia Española, significa “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. Generalmente asociamos emprender al inicio de un negocio; tenemos la idea del empresario como alguien que gana mucho dinero y que “tiene una empresa”. En realidad todos emprendemos de una u otra manera y en muchos momentos: cuando estudiamos para el curso que marcará nuestra carrera, nos trasnochamos para entregar un proyecto de trabajo o incluso cuando nos decidimos a finalmente a invitar a salir a esa persona que nos gusta.

Un emprendimiento social es una empresa. Puede enfocarse en su crecimiento económico, pero su objetivo principal es el abordaje de una problemática social. “A diferencia de la idea inicial [de emprendimiento], donde nos moviliza una oportunidad nueva en el mercado, el emprendimiento social es movilizado por algo que indigna al emprendedor, algo que le molesta que esté ocurriendo en la sociedad”, acota Javier García Blásquez, coordinador de Protagonistas del Cambio. Un ejemplo local es el de Marino Morikawa, científico peruano que desarrolló un método para limpiar las aguas del Lago Titicaca y con su proyecto ha impulsado la economía de Puno.

¿Qué caracteriza al emprendimiento social?

Un emprendimiento social exitoso reúne las siguientes características fundamentales:

1- Tiene una finalidad ética y social que va por encima de todo ya que busca resolver un problema concreto de la sociedad en donde se establece, que puede ser la falta de acceso al agua potable, soluciones para personas con alguna discapacidad, acceso a la educación y tecnología, entre otros.

2- Suele cautivar los consumidores que perciben el compromiso de un emprendimiento para lograr una sociedad más equitativa y un mundo más sustentable, y lo hacen parte importante sus decisiones de consumo.

3- Es innovador y propone soluciones ingeniosas que abordan problemas a veces muy antiguos con soluciones novedosas e ideas frescas.

4- Es rentable, lo que le permite escalar y generar más impacto, más allá del fin ético, tiene la característica de ser sostenible en el tiempo de manera económica y así generar más oportunidades de continuar su actividad principal de resolver problemas.

El papel de los jóvenes

El matiz social es una tendencia marcada en los jóvenes emprendedores de hoy. Según la ONU, el 23% de la población mundial, aproximadamente 1,700 millones de personas, son jóvenes que tienen entre 15 y 29 años. De hecho, a nivel global, de acuerdo con los datos del Informe Especial GEM (Global Entrepreneurship Monitor) sobre Emprendimiento Senior – que si bien está centrado en los emprendedores Senior, cuenta con la data actualizada de 104 países alrededor del globo -, el 11% de los jóvenes maneja algún emprendimiento, muchos de ellos con características de emprendimientos sociales. Crecieron en la era del cambio climático, desarrollaron una mayor conciencia social y por ello están asumiendo el reto de cambiar sus sociedades.

Según el International Center for Entrepreneurs de Barcelona, en esta región del mundo uno de cada cuatro personas son jóvenes. Este factor de la edad, las dificultades sociales a las que estamos habituados y el hecho de que la competencia entre startups no es tan elevada como en otras regiones, genera el ecosistema preciso para el desarrollo de emprendimientos sociales. Es cuestión de empuje, de ganas y sobre todo de continuar dando los primeros pasos.

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Ocupa Tu Calle: Intervenciones urbanas para fortalecer la práctica de una ciudadanía activa

• Ana Claudia Oshige es una de las diez ganadoras de la octava edición de Protagonistas del Cambio UPC 2018, con Ocupa tu Calle, iniciativa promovida por el Observatorio Ciudadano Lima Cómo Vamos y apoyado por la Fundación Avina y ONU Hábitat.

Ocupa Tu Calle propicia la recuperación de espacios públicos en desuso e intervenciones urbanas de pequeña escala, con el objetivo de mejorar los espacios existentes y/o crear nuevos lugares públicos para el disfrute del ciudadano. Gracias a esta iniciativa, se implementan parklets, ciclovías pilotos, cicloparqueadores y cierres temporales de calles y avenidas, entre otros proyectos, que buscan el mejoramiento de las relaciones entre ciudadanos, contribuyendo con el bienestar de la comunidad.

Inició en diciembre de 2014, cuando se realizó la primera intervención urbana en un supermercado peruano en Miraflores, en el marco de la realización de la COP 20 y en momentos de apogeo de la discusión sobre la importancia de los espacios públicos en las ciudades sostenibles. Aborda la problemática latinoamericana de tener ciudades con una alta urbanización y grandes desigualdades sociales. Como resultado, el espacio público actualmente genera divisiones; únicamente algunos grupos sociales pueden acceder a espacios públicos de calidad, que suelen ser puntos de encuentro en los que se crea sociedad. La ausencia de éstos espacios conlleva al desarrollo de una ciudad agresiva. Frente a esto, Ocupa Tu Calle fomenta la inclusión y oportunidades para todos.

Las acciones realizadas por Ocupa Tu Calle son estratégicas, puntuales y de bajo costo, temporales o permanentes y permiten la participación de la población. Para lograrlas, es imprescindible el involucramiento de distintos actores sociales, tales como entidades públicas y/o privadas que prioricen la sostenibilidad de las ciudades. Así, se espera contribuir con una ciudadanía activa e incidir en políticas públicas y prácticas privadas adecuadas.

Hasta la fecha se han realizado 27 intervenciones urbanas en doce distritos de Lima y Chiclayo, en beneficio de 549,179 personas. Se cuenta con más de 50 aliados estratégicos y siete municipalidades distritales involucradas. Además, cuatro municipios incluyen, hasta la fecha, intervenciones urbanas como parte de su política pública. De este modo, se busca continuar con el arduo trabajo para devolver la ciudad a sus habitantes.

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Qhispikay: Turismo sostenible que construye puentes para acercarnos a las culturas locales

  • Maria Fe Gamarra es una de las diez ganadoras de la octava edición de Protagonistas del Cambio UPC 2018, con Qhispikay Sustainable Glamping, emprendimiento social que fomenta el turismo vivencial, conectando al viajero de las ciudades con la cultura andina.

Qhispikay es un emprendimiento social que busca revalorar las riquezas naturales, culturales e históricas de nuestro país, apelando al comercio justo y a la práctica de un turismo con impacto social positivo y sin huella ambiental. Así, busca contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidades, “Trabajo decente” y “Reducción de desigualdades”.

Involucra la participación de familias de las comunidades altoandinas de Huilloc, Misminay y Piuray -que son las tres zonas de intervención de Qhispikay, por el momento-, quienes se desempeñan como anfitriones y responsables de la operación turística. Dichas familias son capacitadas de manera constante en el rubro, lo que permite que mejoren su calidad de vida y aporten a su economía familiar.

Qhispikay tiene como objetivo crear experiencias únicas y a la medida del viajero, enfocándose en que sus clientes puedan experimentar parte de la cultura peruana, que no es accesible a través de los canales turísticos tradicionales. La premisa de la experiencia es el respeto y la valoración cultural de los conocimientos andinos ancestrales. De otro lado, como su nombre lo indica, Qhispikay ofrece el servicio de glamping (glamour + camping), con carpas especiales y artículos de artesanía fina de pueblos andinos que decoran la “habitación” y terma solar para la reducción de impactos ambientales.

En cada locación, el turista puede aprender sobre las costumbres y tradiciones locales, disfrutar de la naturaleza y de vistas panorámicas de campos de cultivo y  nevados andinos, así como de la gastronomía local. Independientemente del alojamiento, también se ofrecen diversas actividades vivenciales, mediante las que la población local transmite sus conocimientos: a) tejido y teñido con lana de alpaca y oveja, haciendo uso de tintes elaborados con plantas e insectos de la zona, b) sesiones agrícolas de cultivo y cosecha de alimentos, como tubérculos y hierbas locales, c) ceremonias andinas de honra a la tierra, d) clases de cocina local, e) conocimiento sobre plantas medicinales, f) actividades de intercambio de conocimientos sobre cultura, idioma y tradiciones, g) caminatas y h) teatro andino con elementos culturales cotidianos.

A 2018, Qhispikay impacta positivamente en tres comunidades altoandinas, genera 23 empleos directos locales y 60 empleos indirectos locales, así como ingresos adicionales a las familias involucradas.