Macarena Arribas Berckemeyer, egresada de Comunicación y Publicidad 2015-02, lleva 9 años ayudando a
jóvenes de primaria y secundaria en diversas asignaturas del colegio.
Unas carpetas y un estante con
libros ocupan el espacio donde en pocas horas alumnos de secundaria y primaria
recibirán tutorías. El panorama lo completa un cordel que cuelga en una de las
paredes del lugar con fotos de alumnos en interacción con los tutores. Las
fotos reflejan un ambiente acogedor y los mensajes de motivación que hay en las
pizarras se ocupan de llenar el lugar con alegría. Esto es MAB Afterschool, una
iniciativa innovadora llevada a cabo por Macarena
Arribas Berckemeyer, egresada de Comunicación y Publicidad. Esta iniciativa busca ayudar a
que alumnos de primaria o secundaria mejoren su aprendizaje en el colegio a
manera de complemento, ofreciendo tutorías personalizadas de todos los cursos.
Macarena empezó a dar clases desde hace 9 años cuando se encontraba en
el colegio. La idea de interactuar con los niños y motivarlos siempre le
fascinó. Ella comenta que no podía dejar de enseñar. Le apasionaba poder guiar
y ayudar a otras personas, jóvenes como ella, para que puedan pasar
exitosamente sus cursos reforzando siempre su autoestima y motivación. Poco a
poco, fue recibiendo jóvenes que necesitaban ayuda con sus cursos y llegó a dar
ella sola 45 horas de clase a la semana. Es por eso que decide hacer una
academia, ya que ella ya no podía seguir sola porque no le alcanzaba el tiempo.
“Siempre estuvo en mi mente poner una academia, pero tenía miedo que no
funcionara”.
El salto a algo más grande
siempre tiene sus riesgos y Macarena era consciente de ello. Sin embargo,
recibió bastante apoyo de la familia: familiares que le prestaban su casa para
que diera las clases, hasta que en el verano del 2014, comenzó con la academia
en la casa de una tía. La iniciativa funcionó tan bien que se mudaron al local
en el que actualmente funcionan las labores del afterschool. Un punto adicional
sobre el lanzamiento de MAB es la confianza que Macarena tuvo en sus profesores
de UPC, que la motivaron a seguir
con esta iniciativa. Acudió donde uno de sus profesores para que la pudiese
orientar, pues ella quería seguir adelante con MAB y encontró lo que necesitaba
para hacerlo.
“Recuerdo que conversé con un profesor que me dijo que siguiera mi
motivación y después de esa conversación lancé MAB”.
Para ella, un tema fundamental
del éxito de MAB es el lazo que se crea con los tutores, en su mayoría buenos
alumnos de diversos colegios. Generar vínculos emocionales con los niños y
empatía. Según su experiencia, no se necesita tener un alto grado para que
alguien te explique alguna materia, sino que puede ser tu amigo mayor del mismo
colegio, el big brother que pasó por
lo mismo que tú uno o dos años atrás y está en la misma sintonía y por eso
puede ser más emocionante estudiar con esa persona. Es una forma en la que
tanto estudiante como tutor salen beneficiados, pues ambos fortalecen diversas
capacidades. En base a esto, Macarena emplea las tutorías one-to-one, con lo que garantiza un mejor aprendizaje del joven. No
busca que el niño se vuelva dependiente de las tutorías, sino que el niño esté
motivado para estudiar contento y obtener buenos resultados que fortalezcan su
autoestima. Busca que no existan temores en el proceso de aprendizaje y que los
niños aprendan, desde pequeños, a dar el máximo esfuerzo en lo que hagan. MAB
funciona como un complemento a la educación tradicional que se brinda
actualmente.
Como emprendedora, Macarena no
lo ha tenido fácil. Ha tenido que organizarse muy bien para poder llevar las
clases que brinda, la universidad y el trabajo de manera eficiente. Además, ha
tenido que desarrollar una buena relación con las casi 160 madres y alumnos con
los que interactúa a lo largo del año.
Es importante valorar lo que los
egresados de la UPC están haciendo en distintos rubros. Son ejemplos de lo que significa ser un
profesional innovador con visión para transformar el Perú. Macarena ha
comenzado esa transformación desde hace 2 años y ha conseguido una reputación
en varios colegios de la capital que la recomiendan como un complemento a las
clases regulares de los centros educativos.
Ella deja un mensaje importante
para quienes quieren emprender: “sigue tu
pasión y da siempre el 200 por ciento de ti”.